La función del oído es compleja y además de permitirnos la audición, también tiene una estrecha relación con el equilibrio y el desarrollo de un lenguaje apropiado. 

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Aunque oímos con el oído, el cerebro es el encargado de darle un significado a lo que escuchamos.  Esto  nos permite interpretar el entorno que nos rodea y ser seres sociables capaces de comunicarnos.

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Es importante asegurar un correcto funcionamiento de nuestros oídos  para asegurar funciones cerebrales complejas como la adquisición y/o comprensión del lenguaje,  la orientación, la memoria auditiva, entre otras.

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